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EL AYUNO INTERMITENTE – Cómo adelgazar comiendo las mismas calorías

ayuno intermitente

El ayuno intermitente está en boca de todos, y no es para menos. Esta estrategia nutricional es una de las más comentadas y que más seguidores tiene en la actualidad cuando hablamos de bajar peso y mejorar la salud. Pero, ¿sabemos realmente en qué consiste? ¿Es beneficiosa para todas las personas?

Tal y como su nombre indica, se basa en ayunar (no comer) durante un periodo determinado de horas. Implica abstenerse total o parcialmente de comer durante un tiempo determinado, antes de volver a comer de forma regular. O lo que es lo mismo, hacer ciclos entre períodos en los que se come y períodos en los que se ayuna, de ahí, la palabra “intermitente”.

Si analizamos el término “desayuno”, comprobaremos que está formado por el prefijo des- (acción inversa o salida de) y el verbo ayunar (abstenerse de comer). En definitiva, todos los días, la primera vez que comemos algo, salimos del ayuno, o lo que es lo mismo, “des-ayunamos”.

Sabiendo esto, ayunar ya no suena tan cruel, ¿verdad?. 

La idea de este método es aplicarlo de una manera lógica y flexible según el tipo de persona. Esto es, el ayuno intermitente se puede aplicar de múltiples formas: forma diaria (unas horas al día), las más comunes son 12 o 16 horas, dos días consecutivos, días alternos, o inclusive un día completo a la semana (24 horas).

Las distintas modalidades varían en la cantidad de días de ayuno y las cantidades de calorías.

Nos vamos a centrar en la que más seguidores tiene: el ayuno 16/8.  

Dicha estrategia de ayuno consiste en estar 16 horas sin comer (por ejemplo, desde las 22 h hasta las 14 h del día siguiente, o si te puedes permitir cenar pronto, desde las 20h hasta las 12h es tu alternativa), no es casualidad, así incluyes las horas de sueño y es más fácil de llevar. Durante las 8 horas siguientes deberemos comer comida real, no vale cualquier cosa. Necesitaremos los mejores nutrientes para sentirnos realmente sanos y con energía.

Que no se pueda comer no significa que no podamos hidratarnos. El agua, café solo o tés sin edulcorantes, no rompen el ayuno.

Ayunar 16 horas al día, dejando una ventana de alimentación de 8 horas, se conoce como el método 16:8 o la dieta Leangains. Está demostrado que, aunque durante las 8 horas en las que se permite comer se ingieran las mismas calorías que otra persona que las reparta de una manera tradicional, este método disminuye la obesidad, la inflamación, la diabetes así como las enfermedades del hígado.

Uno de los principales logros de practicar el ayuno intermitente es reducir la frecuencia de comidas. Es una realidad que en la actualidad la curva de nuestra sociedad tiende hacia el sedentarismo, por lo que comer 4 o 5 veces al día sin gastar apenas energía, puede ser realmente contraproducente. Necesitamos entender la diferencia entre hambre real y hambre emocional. A menudo comemos sin hambre, porque “toca”, y esto es de lo que huye este método.

El mayor beneficio del ayuno intermitente es que indirectamente se consumen menos calorías a lo largo del día, estimulando así la pérdida de peso, además de conseguir una mejora en el control del hambre. 

Es aconsejable introducirlo de forma progresiva, aumentando poco a poco el tiempo de ayuno. La intención o es añadir estrés a nuestra vida, sino reducirlo. Si este plan nutricional te genera estrés, quizás no sea para ti o quizás necesites entrenarlo y darle tiempo.

No nos equivoquemos, no implica no comer, simplemente organizar tu día de una manera diferente. Nuestro cuerpo necesita nutrientes de todo tipo y debemos dárselos, pero no necesita estar comiendo a todas horas.

Los principiantes optan por un ayuno flexible que implica saltarse comidas ocasionalmente. Cada uno decidirá qué comida saltarse según su nivel de hambre. Debemos tener cuidado en contar con todas la variables. No podemos compararnos con nadie pues en este campo juega un papel muy importante el tipo de vida que lleve cada persona. Si quemamos muchas calorías porque nuestro trabajo, por ejemplo, es muy activo, o padecemos algún tipo de carencia a nivel vitamínico, seguramente nuestro cuerpo necesitará comer más a menudo. 

Por lo tanto, para aumentar considerablemente la probabilidad de éxito, lo primordial es encontrar cuál es tu ayuno perfecto en función de tu estilo de vida, y cómo no, realizarlo asesorado de la mano de un profesional en el ámbito nutricional.

¿Te atreves a probarlo? O de haberlo hecho ya, ¿cómo valorarías tu experiencia?

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